La población es un indicador de la evolución económica de un territorio. Aunque no hay que utilizarlo siempre como elemento automático de riqueza, en tiempos pasados un pueblo numeroso era síntoma inequívoco de un pueblo próspero y con actividad. La despoblación de los pueblos, por el contrario, era síntoma de pérdida de sus fuentes de riqueza o de su crisis imparable. En la actualidad, siguen vigentes a grandes rasgos estos principios, aunque no siempre el hecho de un pueblo numeroso quiere decir que su población sea más próspera que la de un pueblo pequeño. Hay que tener en cuenta diferentes factores como la renta, la edad de la población, etc. Pero es cierto que un pueblo muy pequeño y envejecido tiene pocas posibilidades de crecer.

La población de Bernardos en los últimos dos siglos y medio ha conocido fases bien diferentes, relacionadas con los periodos de mayor o menor actividad económica. Así se pueden distinguir dos épocas muy bien definidas:

  1. Una primera que comenzó antes de la mitad del siglo XVIII y llegó hasta prácticamente un siglo después, donde población creció rápidamente sin apenas interrupción. Bernardos, según el censo de 1857, ocupaba el tercer lugar entre los pueblos más poblados de la provincia.
  2. Desde mediados de la década de 1860 comienza una segunda etapa, caracterizada por la crisis, que lentamente irá debilitando el principal sector económico, el textil, y repercutirá negativamente en los índices de población.