Cerro del Castillo
El asentamiento identifica uno de los hitos espaciales más destacados del entorno junto con el Cerro de San Isidro en Domingo García y el Cerro Tormejón en Armuña –también ocupado por estas fechas-. Rinde una posición estratégica privilegiada con unas condiciones de visibilidad inigualables que controlan todo el mar de pinares hasta los páramos linderos con Valladolid en dirección Norte. Hacia el Sur y el Este, domina toda la falda del Sistema Central y sus pasos naturales, así como la ladera opuesta del valle de Eresma.
Gracias a los trabajos y a la asesoría técnica y científica de Joaquín Barrio y Ángel Fuentes (Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UAM), conocemos una información detallada de la arquitectura defensiva del Cerro del Castillo, que se complementa con la publicación de J.M. Gonzalo (2007), quien aporta una interesante reflexión acerca de la cerámica del yacimiento que ha contribuido a dar luz a la ocupación de finales del siglo V, llegando a vislumbrar una reocupación de época islámica.
La ilustración del panel muestra el aspecto de las murallas y el posible ordenamiento urbano fundamentado en las intervenciones arqueológicas de los años 90 y en las prospecciones llevadas a cabo por el Proyecto Eresma Arqueológico en 2020.