Antecedentes
A la espera de la construcción de la Vía Verde, la línea Segovia-Medina es, a día de hoy, un camino fantasma. El trazado ha perdido el hierro de los raíles, y los viejos edificios de las estaciones languidecen abandonados. En este corredor del Eresma duerme, no obstante, la memoria de varios pueblos que durante muchos años -más de cien- tuvieron en el ferrocarril su principal motor de desarrollo.
La línea Segovia-Medina fue inaugurada en abril de 1884, pero no entró en servicio hasta el día 1 de junio. Gestionada por la Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, en su época de esplendor circularon por ella trenes expresos, rápidos, correos y de mercancías, convirtiéndose en una alternativa a la línea general de Madrid a Irún. Renfe la electrificó en 1966 y casi veinte años después renovó la vía para alcanzar velocidades de hasta 110 kilómetros por hora en el trayecto entre Segovia y Nava de la Asunción. Pero la escasa rentabilidad de los últimos años llevó al Gobierno central a suprimir el servicio, que cesó el 26 de septiembre de 1993.
El proyecto
A principios de año os hablábamos de las vías verdes y en concreto del proyecto de la vía verde segoviana. Pues bien, el Consorcio Vía Verde Valle del Eresma presentó la semana pasada los detalles del proyecto de la futura Vía Verde del Eresma, que enlazará la ciudad del Acueducto con el municipio vallisoletano de Olmedo.
Esta ruta seguirá el recorrido del tren que antiguamente enlazaba Segovia con Medina del Campo. El documento, que serán presentado en breve al Ministerio de Medio Ambiente, contempla la construcción de un carril de 70,6 kilómetros de longitud con una calzada que será de 3,5 metros de anchura (2,5 dedicados a los ciclistas y 1 para los senderistas). Contará con 15 áreas de descanso y cinco miradores, que coincidirán fundamentalmente con las estaciones del tren existentes en el trazado.
Con la adecuación del trazado ferroviario en desuso como camino natural se quiere crear un itinerario de interés que sirva como eje vertebrador del territorio atravesado y como elemento promotor del desarrollo rural sostenible.
Presupuesto y plazos
La construcción de la Vía Verde del Eresma posee un presupuesto global de 3,4 millones de euros. Quizá lo más costoso sea restablecer la continuidad del trazado en aquellos puntos donde éste se ha perdido, en la mayoría de los casos por la construcción de la línea de alta velocidad, que corta a determinadas alturas la vieja línea férrea de Medina.
Los impulsores del proyecto no quisieron adelantar plazos de ejecución, porque media una tramitación burocrática que lleva su tiempo. No obstante, una fecha «razonable» para la puesta en servicio podría ser el año 2010.
