FITUR 2007 – Segovia y sus restos arqueológicos

En la edición 2007 de FITUR, la Feria Internacional del Turismo celebrada en Madrid del 31 de enero al 4 de febrero, nos hemos encontrado con una grata sorpresa. En el ‘stand’ de Segovia se presentaron por primera vez nuevos productos cargados de interés: el turismo arqueológico, el turismo de patrimonio industrial y el turismo de senderismo.

Y dentro de los lugares de interés arqueológico en la provincia de Segovia, nos encontramos con:

AGUILAFUENTE. En esta localidad se encuentra la villa romana de Santa Lucía, conocida desde los años 60 y objeto de diversas excavaciones. La Junta de Castilla y León ha instalado un Aula de Arqueología dedicada a las villas tardoromanas en la iglesia de San Juan, donde pueden contemplarse mosaicos de gran importancia.

DOMINGO GARCÍA. En el denominado cerro de San Isidro hay una extensa muestra de arte rupestre, con dos etapas distinguibles: paleolítica, con representaciones de animales, de estilo naturalista; e inicio del magdaleniense. Dispone de atriles explicativos.

BERNARDOS. El Cerro del Castillo, fortificación de época tardoromana, es un yacimiento arqueológico visitable que muestra uno de los lienzos de una muralla de origen romano, aunque modificada en parte por los visigodos y árabes. El Ayuntamiento de Bernardos alberga una pequeña exposición didáctica sobre el mismo.

PRÁDENA. La cueva de Los Enebralejos es una cavidad na-tural que formó parte de un asentamiento en la Edad de Bronce. Fue utilizada como cementerio entre 2.100 y 1.800 a.C. Además hay grabados y pinturas en techos y paredes. Cuenta con señalización didáctica y recreaciones sobre los usos que tuvo. Junto a ella hay una réplica de un poblado de la época.

OTROS. De gran interés arqueológico son también el edificio romano de los cinco caños (Coca), la Cueva de los Siete Altares (Villaseca), uno de los lugares de culto cristiano más antiguos de la zona, probablemente de la época visigoda; las ruinas del priorato de San Frutos (en la imagen, junto a las hoces del río Duratón) y la necrópolis medieval de San Martín (Fuentidueña).

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La Fiesta de Santa Águeda

A todas las mujeres de Bernardos

El día 5 de febrero se celebra en casi todos los pueblos del Norte de España la fiesta de santa Águeda, la Virgen de los pechos como se la llama en algunos pueblos de Valladolid y Zamora. Esta atribución se debe a que la imaginería tradicional ha presentado a santa Águeda con un plato en la mano, mostrando sus pechos cercenados.

Según la tradición católica, santa Águeda, es una mártir siciliana de los primeros siglos del cristianismo que sufrió el martirio condenada por Quinciano, que trato por todos los medios de hacerla renunciar a su religión. Desde entonces es la patrona de las mujeres casadas y lactantes, y le ofrecen votos y mandas, mientras están amamantando a las criaturas con el fin de que por su mediación tengan leche suficiente para alimentar a sus niños.

Esta fiesta religiosa, tiene también una serie de connotaciones paganas importantes. Este día, ‘en el que mandan las mujeres’, el pueblo es tomado por ellas y su cofradía, nombran alcaldesas o mayordomas, exigen al alcalde la vara de la justicia y excluyen a los hombres o los admiten según su conveniencia.

Los orígenes de la Fiesta en Bernardos son un tanto inciertos. No hay datos de cuando se fundó la Cofradía de santa Águeda, solo sabemos que se celebra de ‘toda la vida’.Don Ildefonso Llorente Fernández en su libro La Virgen del Castillo escrito en 1867, habla así:

Además del Mayordomo hay Santeras, que son cuatro recién casadas, elegidas cada año el día de la festividad de San Pedro y cuyo misterio es edificante y bellamente piadoso. Todos los días festivos, antes de la misa mayor…recorre cada Santera determinadas calles del pueblo, llamando a todas las puertas, y con una sencillez y candor admirables, después de llamar diciendo < Ave María Purísima> piden limosna para la Virgen del Castillo. Los fondos recaudados son entregados en la Mayordomía; y rarísima vez sucede, que cuando estas jóvenes llaman a la puerta, se las despida sin darles algo para el culto de la Virgen’.

¿Pudiera ser que estas cuatro Santeras, con el paso de los años y la influencia de otros pueblos como Zamarramala, se hayan convertido en Aguederas?

Bernardos se diferencia del resto de los pueblos de la provincia en que los hombres si participan en la Fiesta. Los maridos de las aguederas acuden a la Iglesia acompañándolas; van al refresco que ofrece la Cofradía; a pedir por el pueblo y a la comida que celebran todas las cofrades. Esta participación masculina en una fiesta propiamente de mujeres es motivo de controversia entre las cofrades. ¿Tienen que seguir acudiendo los maridos como ‘toda la vida’?¿ Tiene que ser una fiesta solo de mujeres como en el resto de los pueblos?

‘Es el único pueblo donde van los hombres, yo creo que no deberían de ir. Es un día solo para las mujeres. Era mejor que se vistieran unas pocas más (se refiere al traje regional) y se fueran a pedir por el pueblo con las aguederas’.
‘Al. dice que se tienen que reunir para que no vayan los maridos, que eso es cosa de mujeres’

Parece que las cofrades tienen ya preparada una formula alternativa y en la lista de las cofrades, al lado del nombre de algunas hay la siguiente anotación: ‘echar sin marido’. Eso significa que el marido no quiere ir, o que ellas no quieren que vayan. Según me han explicado pueden ‘echar’ a cuatro que no quieran ir con maridos o que no tengan maridos como es el caso de las solteras o de las viudas.

La Fiesta ha sufrido cambios sustanciales desde el siglo pasado hasta nuestros días, por la incorporación paulatina de la mujer al mundo laboral y por la emigración de los vecinos de Bernardos hacia la ciudad. En un principio eran tres días consecutivos de Fiesta, actualmente, solo hay un día y se celebra el sábado más próximo al día 5 de Febrero.

Durante la Guerra y la inmediata postguerra, por razones obvias se dejó de celebrar. Posteriormente y por iniciativa de un grupo de mujeres se volvió a celebrar. Así lo expresan las mujeres de Bernardos:

‘Esto se hace desde hace mucho, era yo muy pequeña nací en el año 1931, así que fíjate. Durante la Guerra no hubo nada, después la Au fue quién lo empezó a mover.
‘Tengo noventa y dos años, he sido Aguedera varias veces, pero hace cuarenta y cinco que enviudé. Mi madre y mi abuela también lo fueron. Antes si había fiesta. Eran tres días. Se ponían tres manteos (falda del traje regional) de tres colores distintos, uno para cada día. El primer día el rojo, luego el azul y el último el amarillo’.

Las Aguederas de aquellos años, acudían a la Iglesia con sus maridos, tomaban el refresco con todas las de la cofradía, pedían por el pueblo pero luego comían las cuatro juntas con sus esposos, en casa de alguna de ellas o en algún bar. La costumbre de comer todas las cofrades juntas es reciente.

Las Aguederas mayores, cuentan que iban a ‘pedir la castaña’, a casa de las recién casadas y así las hacían de la Cofradía. Llevaban bollos a casa de la novia, que muchas veces vivía con los padres del marido o de ella, preguntaban ¿Cuánto vale tu castaña? ó ¿Cuánto vale la castaña de tu hija? Y la novia o la madre daban dinero para la Cofradía y recibían un bollo. La castaña en esta zona de Castilla tiene una clara connotación sexual, se refiere al aparato genital femenino. Por lo tanto mediante este ‘rito de paso’, la mujer entra a formar parte de otro mundo, el mundo de las casadas, y paga un precio simbólico, así lo expresan:

‘La cosa era que a las que se casaban en el año, iban las de la Cofradía a pedirles ‘la castaña’, la castaña hija no hace falta que te explique lo que es… Te pedían la castaña y te hacían de la cofradía’.
‘Las de la Cofradía iban a casa de las que se habían casado ese año, generalmente estas vivían en casa de la madre y le decían ¿Cuánto vale la castaña de tú hija?. Así de paso las hacían de la cofradía y la madre daba lo que quería’.

Para algunas, ‘pedir la castaña’, resultaba vergonzoso, era como poner precio a la virginidad o a la honradez de la novia, iban a casa de la recién casada a pedir dinero para la Cofradía y de esta manera simbólica a decir a la recién casada que podía entrar a formar parte de ‘su mundo’.

‘Yo lo de pedir eso no lo decía, es una palabra muy fea. Nosotros pedíamos la costumbre. Íbamos a la casa de las madres de las que se habían casado ese año…’

Actualmente, no ‘piden la castaña’, ni ‘la costumbre’, tampoco van a pedir a casa de los forasteros que llegan al pueblo durante el año, ni piden cuando pasa el coche de línea. Solo piden el día de la fiesta y no todas.

La Cofradía estaba formada única y exclusivamente por mujeres casadas o viudas. Actualmente se han incorporado varias mujeres solteras lo que indica también la ‘modernización’ de las instituciones tradicionales.

Mercedes Casas Buján

La fiesta de la Matanza

Pasado el día de la tanganilla (20 de enero), sería bueno recordar que estamos en la época de la matanza, una tradición castellana en vías de extinción. Hasta los tiempos modernos, la matanza del cerdo era la forma de asegurarse una buena cantidad de comida para todo el año y disponible en cualquier momento. Con la faena de los cerdos se procedía a la salazón del tocino, hacer morcillas, chorizos, jamones, y todo lo inimaginable que se puede obtener.

‘Tres días hay en el año
que se llena bien la panza:
Nochebuena, Nochevieja
y el día de la matanza’

Pero la matanza no era solamente una labor. Era un hecho social propio de las zonas rurales, importante vinculo entre el medio y la gente. La matanza era una fiesta en el sentido más lato de la palabra: concurrían parientes, amigos y vecinos para ayudar, conversar, chismear, cortejar, comer, tomar… un día de excesos y de jolgorio, un alto a las duras tareas de la campiña. Hasta se olvidaban viejos rencores y disputas, conciliando amistades perdidas, reforzando otras, solidarizándose y ayudándose mutuamente.

Como resultado de la mezcla entre la matanza y el folclore popular de la zona, podemos encontrar la ‘Jota Chacinera’, que el Nuevo Mester de Juglaría edita en el disco ‘A ti, querido cochino’ (año 2001)

JOTA CHACINERA

Viva Segovia que tiene
la fruta mejor curada:
embutidos y chacinas
del huerto de la matanza.

Segovia, viva Segovia
y que viva Cantimpalos,
el pueblo de los chorizos
alegres y apicantados.

Segovia, viva Segovia
y Carbonero el Mayor,
el pueblo de los jamones,
la virgen que buenos son.

Segovia, viva Segovia
y viva también Bernardos,
el pueblo de las morcillas,
aprieta y que salga el caldo.

Y allá va la despedida,
la que echan los chacineros,
que no nos falte la carne
de cochino entre los dedos.

Y allá va la despedida,
cada cual tenga lo suyo,
’pa’ chorizos y jamones
los de la Venta Magullo.

Chorizos y jamones de la matanza

Tradiciones vivas

La Nochebuena se celebra la noche del día 24 de diciembre, víspera del día de Navidad. Es la celebración cristiana del nacimiento de Jesús y las costumbres varían de unos lugares a otros pero es bastante común una reunión familiar para cenar y, sobre todo en los países protestantes, el hacer regalos.

Una de las tradiciones que se mantienen vivas en Bernardos y otros pueblos limítrofes es hacer una luminaria ese día. La costumbre de reunir troncos de madera y encender con ellos hogueras tiene la intención de acabar con todos los infortunios y problemas antes del nuevo año.

Algunas cosas han cambiado, pero la tradición persiste. Antes, los jóvenes del pueblo iban casa por casa pidiendo leña con la que hacer esta hoguera, se quitaban las retamas de los vallados e incluso se bajaba a Miguelañez a robar la leña que en el pueblo de al lado habían conseguido. También había que tener cuidado para que ningún ‘gracioso’ prendiera el fuego antes de lo estipulado, y el que lo intentaba normalmente salía malparado. Al finalizar el fuego, la gente esperaba paciente con sus braseros para coger las ascuas y tener asegurado el calor en el salón de la casa, bajo la mesa principal. Este mismo día, también era tradicional asistir a la Misa del Gallo, que tenía lugar a las 24:00 horas.

Desde hace unos años no se celebra la Misa del Gallo, pero sí persiste la chisquereta. Los jóvenes, en vez de pedir la leña, bajan esa misma tarde a por ella al pinar, con remolques e incluso un camión (a lo que hay que añadir lo que la gente lleva voluntariamente: ramas de la poda, trastos viejos, etc.). El lugar también ha cambiado: de la antigua fábrica de mantas se ha pasado a la explanada donde en fiestas se ubica la plaza de toros. Mientras la leña se va quemando, los asistentes amenizan la estancia cantando villancicos, bailando y brindando con alguna bebida: sidra, cava, etc. Posteriormente ya nadie coge las brasas y el fuego se apaga poco a poco entre el frío de la noche. Algún osado que ha estado toda la noche en vela es el que mejor provecho saca de ellas, asando unas chuletillas o patatas que a esas horas saben a gloria.

Hoguera de nochebuena

España extiende la caza del lobo

Castilla y León y Medio Ambiente piden permiso a Bruselas para abatir un centenar de animales y frenar los daños al ganado
Oveja atacada por un lobo
Ramón Hernández estaba harto de ver morir a sus ovejas. Desde 2002, este pastor de Bernardos (Segovia), de 55 años, había perdido 300 ovejas en misteriosos ataques nocturnos. Amanecían periódicamente desangradas, mordidas, con las tripas abiertas. ‘Yo estaba convencido de que eran los lobos, pero oficialmente en Segovia no había lobos, así que no me indemnizaban. Me decían que eran perros asilvestrados‘, relata en Segovia.

Ramón hizo guardias nocturnas para fotografiar a un lobo y demostrar que tenía razón, pero fue inútil. Los lobos no aparecían. En septiembre de 2004, desesperado, puso cepos junto al redil de las ovejas. Y el 14 de septiembre, junto a la valla encontró una enorme loba ibérica atrapada en los pinchos del cepo. Ramón cuenta que sabía que podía ser un delito -fue condenado a una multa y absuelto por la vía penal-, pero llamó a la Guardia Civil para demostrar que tenía razón. Esa loba, que luego murió, fue el primer ejemplar oficial de Segovia. Y sin embargo, llevaban allí tiempo.
Lobo atrapado
Juan Carlos Blanco, el investigador que más ha estudiado al lobo, explica que ‘en los años setenta, el lobo estaba cerca de la extinción, pero ha recolonizado territorios hacia el sur‘. Hasta entonces, el lobo fue perseguido por sus ataques al ganado. Entre 200 y 500 ejemplares resistieron en las montañas de Galicia, Asturias, León y Zamora. En los ochenta, con el abandono rural, se extendieron hacia el sur y el País Vasco, pero el río Duero frenó su avance. Por eso la directiva de hábitats de 1992 lo consideró una especie protegida al sur del Duero y cinegética al norte. Al sur era intocable: la norma fijaba ‘la protección estricta de las poblaciones‘. Al norte se podía cazar con permisos. Pero esa división, según la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Medio Ambiente, ya no sirve.

La Junta ha preparado un ‘plan de gestión del lobo‘, que prevé aprobar en enero de 2007, para extender la caza a toda la autonomía. El argumento es que ‘el lobo está presente en todas las provincias‘, con al menos 1.500 ejemplares que cada año matan 2.200 ovejas y 220 vacas. Este plan de caza tiene que recibir el visto bueno de Bruselas y pretende ‘asegurar la conservación del lobo‘ y ‘disminuir los efectos negativos que esta especie puede originar sobre colectivos humanos‘.

Aunque el cupo de lobos que el plan permitirá cazar es muy difícil de calcular, porque habla de porcentajes sobre la población según el territorio, fuentes del sector explican que puede suponer la caza de unos 100 ejemplares en varios años. La Junta no aclara el dato. El Ministerio ha pedido que se tenga en cuenta la población cada año y que se usen criterios científicos para fijar el cupo de caza, pero no ve con malos ojos el plan, según un portavoz.

El presidente de la asociación ecologista Centáurea, de Segovia, Carlos Bravo, critica el proyecto: ‘Lo que plantea es un uso cinegético del lobo para cobrar a los cazadores y sacar rendimiento económico. El lobo genera problemas con los ganaderos, pero hay medidas y compensaciones mejores que cazarlos‘. Los científicos temen que la caza frene la expansión del lobo e impida unirse a las poblaciones de Castilla con la queda en Sierra Morena, una vieja aspiración conservacionista.

El plan de la Junta hace oficial lo que ya ocurre. Hace tres años creó unas patrullas loberas, guardas forestales que, oficialmente con permiso de Bruselas, cazan los animales cuando los daños son muy grandes. Los llaman ‘el GAL del lobo‘ y desde 2003 han matado 13 ejemplares en Segovia y Ávila, según fuentes de la zona. El plan de la Junta también incluye 120.000 euros al año en ayudas para perros pastores y vallas electrificadas, conocidas como pastores eléctricos. Los ecologistas critican el plan por excesivo y los ganaderos, por blando. Tomás Redondo, pastor de 52 años, sentencia: ‘Ni yo ni mi padre aprendimos a criar ganado con el lobo porque hace 80 años que no hay. No tengo que tener un seguro por si me atacan‘.

Con el aumento de ejemplares proliferan los casos de furtivismo, de sangrientas batidas como la que investiga la Guardia Civil en Villanueva de los Caballeros (Valladolid). El 2 de noviembre, una patrulla del Seprona escuchó ‘muchos disparos‘ en un coto de caza y observó ‘un grupo de cazadores que realizaba un ojeo en un campo de maíz‘. Los agentes vieron salir de allí a toda prisa a cinco coches. Al rastrear la zona, hallaron dos lobos muertos a tiros y cuando después localizaron a dos de los cazadores, Juan Ignacio Jiménez y Borja López, éstos declararon que ‘no habían matado a ningún ejemplar de lobo y que no sabían quién lo había hecho‘. El lobo sigue sembrando discordia.

Rafael Méndez – Madrid
Artículo publicado en: EL PAÍS – Sociedad – 12-11-2006