Quizás sea bueno recordar que, por estas fechas, hace treinta años comenzó a rodar legalmente la asociación cultural y deportiva “Virgen del Castillo”, conocida por todos como ”La Asociación”, a secas. Aunque se trata de la fecha legal, porque de hecho llevaba meses funcionando.
Merece la pena recordar varios hechos. La Asociación comenzó a funcionar antes de ser aprobada la Constitución, que regula todo el ordenamiento jurídico de este país. Bernardos por aquel entonces tenía muchos más habitantes. Para hacernos una idea, la población de derecho superaba 900 personas. Ahora somos menos de 700.
La permanencia de la Asociación a lo largo del tiempo obedece a varias razones. En mi opinión, la primera es que no hay otra organización en el pueblo que aglutine con más fuerza a las distintas generaciones que se sienten vinculadas con Bernardos. Ni siquiera el Ayuntamiento tiene esta capacidad, porque muchas personas que pertenecen a la Asociación no están empadronadas en Bernardos. En este sentido, la Asociación ha cubierto de forma impecable las limitaciones que tiene el Ayuntamiento, convirtiéndose en la entidad más importante para realizar actividades culturales y recreativas de toda índole. En segundo lugar, la Asociación ha funcionado con independencia de cualquier tendencia, como lo demuestra el hecho de que las juntas directivas han sido elegidas atendiendo a los criterios que han establecido los socios que han asistido a las reuniones. Eso ha permitido reunir año tras año a personas que se han enfrentado a la tarea de trabajar juntos sin ninguna condición previa. La esencia democrática de la elección de las juntas y su renovación anual ha hecho posible integrar a los socios en el esfuerzo común, y han sido muy raros los casos de negativas para asumir las responsabilidades de los cargos directivos.
Resulta impresionante mirar hacia atrás y ver las cosas que ha propiciado la Asociación en Bernardos, para la gente de Bernardos, y para la que ha visitado Bernardos. Su importancia se acrecienta cuando se ha hecho en los momentos en que el pueblo ha menguado y cuando se observa lo que ocurre alrededor, en los pueblos vecinos que, aun siendo más grandes, no disponen de una entidad de tal envergadura. Habría que ir a Segovia capital para contar con asociaciones con el periodo de vigencia y el nivel de actividades que ha desplegado la Asociación Cultural y Deportiva “Virgen del Castillo”, porque en la provincia resulta muy difícil encontrarlas.
Muchos de nosotros tenemos unos recuerdos muy vinculados a la Asociación. Algunos de ellos difuminados por treinta años de vida. Cada uno conservamos imágenes imborrables de personas que merecen figurar en algún espacio, menos discreto que éste, porque sobre todo a algunas ya no las tenemos a nuestro lado: el primer equipo federado de fútbol, de juveniles, con Ángel Sanz como número 1. La cabalgata donde Ángel Bartolomé y Alicia Nicolás me permitieron hacer de rey sin que mis hijos me reconocieran. El trabajo realizado con Asunción Villagrán, o más recientemente la intensa experiencia con Alicia Pastor. Ellos forman parte de estos treinta años de la Asociación y estarían orgullosos de ver que su trabajo, su ilusión y su afición permitieron poner ladrillos sólidos en este excelente edificio. Brindo por ellos y por los que no he citado pero que también tiraron del carro. Y como en este pueblo celebramos hasta los días de resaca, no estaría de más hacerlo por este cumpleaños del que, TODOS, debemos sentirnos muy orgullosos.
