Algunos políticos, cuando han sido elegidos, desoyen, desprecian y hasta roban a su pueblo. Incluidos sus propios votantes. La Autoridad normalmente se ejerce. Del poder, muchas veces se abusa. Aunque no todos los políticos son iguales.
Polis –del griego- es ciudad.
Política es gobernar
al pueblo con dignidad.
Y por el pueblo, luchar.
Escucharle al legislar;
su mandato, obedecer;
sus libertades, jurar;
sus derechos, defender.
Esta es su razón de ser:
en perfecta comunión,
la Democracia al poder
gobernando a su nación.
Nosotros los elegimos
y, en ellos, depositamos
la esperanza que exigimos
a quien fielmente pagamos.
Hay políticos, hoy día,
que rompen esta cadena.
Dejan el arca vacía
y su caja fuerte, llena.
Con falsas financiaciones
y otros cobros ilegales,
van evadiendo millones
a paraísos fiscales.
En limusina, escondidos,
compran jueces y abogados.
Y financian sus partidos
con los dineros robados.
La más digna profesión,
ajada y prostituida.
Y, del pueblo, la ilusión
defraudada y destruida.
Les declaran imputados
y se muestran ofendidos…
Simulan ser atacados.
¡No se dan por aludidos!
Democracia… ¿Qué te pasa
que no sabes protegerte?
Quienes atacan tu casa
demuestran no conocerte.
El pueblo va a defender
tu valor y tu verdad.
Volverán a renacer
justicia y honestidad.
¡A la calle! Que ya es hora
de echar a tantos bribones.
¡Salgamos todos ahora!
¡Basta ya de corrupciones!
Desde la casa del Rey
hasta el último ladrón…
¡Aplíqueseles la ley!
¡¡Que los lleven a prisión!!
Luis Arranz Boal